Cómo prevenir la leishmaniosis canina de manera efectiva es una preocupación que la mayoría de responsables de perros tienen y más si están en zonas endémicas, aunque, como vimos en una anterior entrada (aquí te la dejo por si no la leíste) el cambio climático ha hecho que en toda España el riesgo de leishmania exista.
¿La leishmaniosis canina se puede prevenir al 100%?
La respuesta es no.
La prevención depende de muchos factores y ninguno tiene una garantía al 100%. Al final, el mayor o menor éxito, no sólo dependerá de los medios físicos que pongamos cómo responsables si no una parte de suerte y otra gran parte del propio animal.
Además debemos tener en cuenta que todos los medios de prevención se deben adaptar a nuestras, y de de nuestro animal. No es lo mismo la prevención en un animal que viva en zonas endémicas, un perro senior o un perro joven, un perro que sólo transita por zonas urbanas o aquel que vive en zonas de campo.
Todos estos son factores que debemos valorar a la hora de elegir el mejor método para prevenir la leishmaniosis canina.
Métodos barrera.
La leishmaniosis canina es una enfermedad transmitida por un vector, en este caso es el flebotomo hembra.
La única forma real de que nuestro perro (o gato) sea un animal no infectado es con métodos barrera que controlan el vector y que este no pique a nuestro animal inoculando la leishmania.
Ninguno garantiza una efectividad del 100% y siempre deberemos atener al modo de vida de nuestro animal para elegir el más adecuado.
Control del vector.
Estos métodos barrera podemos clasificarlos en varios grupos:
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Pipetas. Las pipetas spot-on a base de permetrina tienen un efecto repelente (anti-alimentación frente a flebotomos durante 3 a 4 semanas. El uso de pipetas que contienen permetrina junto con imidacloprid ha sido probada como una de las formulaciones más eficientes contra el flebotomo.
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Collares antiparasitarios. Los collares impregnados de deltametrina previenen las picaduras de los flebotomos. La eficacia de este collar en la prevención de la infección por Leishmania se ha demostrado en numerosos estudios.
Un estudio de campo en Brasil registró una reducción del 50% en la incidencia y prevalencia de la leishmaniosis canina en perros con collares impregnados con 4% de deltametrina.
Un collar a base de flumetrina, con una variable eficacia repelente demostrada frente a flebotomos, ha mostrado en ensayos clínicos de campo, una reducción del riesgo de infección por L. Infantum a través de la transmisión por flebotomos de hasta 8 meses.
Por supuesto podéis usar collares/pipetas naturales pero siempre deberemos tener en cuenta que en este caso no tenemos garantizado su efectividad y que, si lo hacemos nosotros mismos, dependerá de la calidad de los ingredientes y de si sabemos hacer la mezcla para que realmente tenga alguna función repelente.
Control del ambiente.
Además de usar métodos de barrera en el propio animal también podemos modificar nuestras rutinas y nuestro hogar para evitar la picadura del mosquito.
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Evitar zonas húmedas sobre todo en época de más actividad del mosquito.
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Evitar salir al anochecer que es cuando los mosquitos tienen más actividad.
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Utilizar mosquiteras en casa más pequeñas de lo normal (el flebotomo es un mosquito de a penas 2-3 mm)
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Evitar que nuestros perros duerman en zonas exteriores.
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Evitar zonas con agua estancada.
Métodos de prevención de la enfermedad
Como ya hemos visto el control del vector no garantiza al 100% la picadura por lo que, de producirse esta, también debemos poner medios para que nuestro animal sea un animal infectado sano, es decir, que no desarrolle la infección activa y la enfermedad clínica.
Vacunación.
Como ya hemos visto la vacunación no evita la infección, pero reduce el riesgo de desarrollar la infección activa y la enfermedad clínica, creando una respuesta inmunitaria específica y efectiva.
En Europa están registradas dos vacunas:
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CaniLeish® de Laboratorios Virbac (en 2011, la primera vacuna frente a la leishmaniosis registrada para uso en perros) compuesta por antígenos secretados/excretados de L. Infantum y un adyuvante a base de saponina con una eficacia probada del 68´4% en una primovacunación de 3 dosis y revacunación anual.
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Letifend® de laboratorios Leti, en 2016, compuesta por una “proteina Q” recombinante compuesta por 5 antígenos de L. Infantum. Su eficacia es del 72% en una sola dosis con revacunación anual.
Esta eficacia se comprobó en un trabajo de investigación desarrollado en Francia y España que incluyó a más de 500 perros de diferentes sexos, edades y razas con el fin de evaluar anualmente el efecto de la vacuna durante dos temporadas de transmisión.
Para que un perro pueda ser vacunado debe presentar serología negativa.
Si optáis por incluir la vacunación contra la leishmania en la prevención de la enfermedad recordar siempre realizar una serología en sangre (IFI o ELISA) y no sólo un test rápido que puede dar falso negativo.
Inmunoestimulantes.
No sólo podemos crear un efecto inmunomodulador a través de las vacunas, también se puede hacer de manera química con jarabes como el Leisguard o el Impromune, con una buena alimentación y con suplementos que estimulen el sistema inmunológico del animal.
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Leishguard de Ecuphar ®es un fármaco con efecto antagonista sobre el receptor dopamina D2. Es un método de prevención y control de la leishmaniosis canina a base de domperidona.
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Impromune de Bioiberica® es un suplemento nutricional con una administración diaria (los estudios realizados de su eficacia se realizaron suministrándolo diariamente durante un periodo de un año). Está formado por nucleótidos y hexosa activa (AHCC).
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Una buena alimentación. El hecho de usar una alimentación biológicamente adaptada mejora el sistema inmune y la capacidad de este para reaccionar ante cualquier infección. Además, si vivimos en zona endémica o tenemos especial preocupación por esta enfermedad, podemos añadir suplementos como la espirulina que mejoran la capacidad inmunológica de nuestro animal.
Recordar siempre que la única forma de evitar la infección es evitando la picadura a través de métodos barreras, todos los demás métodos trabajarán para una respuesta específica del sistema inmunológico del animal. Elijas lo que elijas recuerda que ninguno es efectivo al 100% y que debes prestar atención al tipo de vida, edad y demás características de tu perro o gato.
Recuerda que puedes contactar conmigo para mi servicio de asesoría nutricional. Seguro que puedo ayudarte a mejorar la salud de tu perro o gato
Asesoría Nutricional
Referencias
Grupo de trabajo en leishmaniosis canina
Kazimoto TA, Amora S, Figueiredo F et al. Impact of 4% deltamethrin-impregnated dog collars on the prevalence and incidence of canine visceral leishmaniosis. Vector- Borne Zoonotic Dis. 18, 356–363 (2018).
Killick-Kendrick, R. The biology and control of Phleboto-mine sand flies. Clin. Dermatol. 17, 279–289 (1999)
Otranto D, de Caprariis D, Lia RP et al. Prevention of en 10 % and permethrin 50 % in young dogs: A longitudinal field study. Vet. Parasitol. 172, 323–332 (2010).
Otranto D, Dantas-Torres F, de Caprariis D et al. Prevention of canine leishmaniosis in a hyper-endemic area using a combination of 10 % imidacloprid/4.5 % flumethrin. PLoS One 8, 1–8 (2013)
Sabaté D, Llinás J, Homedes J et al. A single-centre, open-label, controlled, randomized clinical trial to assess the preventive efficacy of a domperidone-based treatment programme against clinical canine leishmaniosis in a high prevalence area. Prev. Vet. Med. 115, 56–63
Segarra S, Miró G, Montoya A et al. Prevention of disease progression in Leishmania infantum infected dogs with dietary nucleotides and active hexose correlated compound. Parasit Vectors. 11, 1–10 (2018).
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