Minerales y aminoácidos para la disbiosis intestinal como la N-Acetil- D-Glucosamina, la L-glutamina, el zinc o el molibdeno se pueden usar para mantener, proteger o restablecer el funcionamiento adecuado de la microbiota intestinal en presencia de disbiosis. La disbiosis intestinal es un desequilibrio cualitativo y cuantitativo de la microbiota intestinal, su actividad metabólica y su distribución a lo largo del intestino. Este desequilibrio puede estar provocado por diversidad de causas, como el efecto de ciertos medicamentos como los antibióticos o por el estrés. Los cambios en la concentración de las distintas bacterias intestinales podrían contribuir al desarrollo o empeoramiento de diversas enfermedades crónicas y degenerativas como la obesidad o las…